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De Cascorro a Chamberí

Dilema del Prisionero

Dilema del Prisionero

Les contaré un hecho que a fuerza de repetirse ha tomado cuerpo y ha dado lugar a interesantes conclusiones que también podrían servirnos a nosotros. Lejos de mi, aunque llevemos dos días buscándole el punto usable a lo expuesto, la tentación de sacar una conclusión útil a lo escrito y prometo con solemnidad y cierta ceremonia, me llevoe la mano al corazón, que les hablaré de la primavera que ensalza los sentidos más que el dilema que nos trae hoy aquí.

Existe una paradoja llamada el Dilema del Prisionero que consiste en que siendo detenidos varios coautores de un delito a la hora de ser interrogados por separado por la Policía estos toman la postura que más les perjudica. Si cada coautor no hablase y confesase nada sobre la autoría del delito o bien quedaría libre o bien tendría una condena menor que si existe una confesión expresa del crimen. Esta, entonces, parecería a priori la postura a tomar. Sin embargo cada delicuente sabe que si confiesa e informa de lo que hacen sus compañeros el saldrá libre o con una condena infinitamente menor que si no lo hace. A la vez si guarda silencio y uno sólo de ellos habla, la condena será alta para los coatuores pero no para él que ha hablado que será muy menor. Y por último, y para tener todas las vías definidas si todos confiesan la condena será algo menor para todos pero mayor de lo que su propia confesión rebajaría porque además contará con la acusación de los otros.

Después de todo lo expuesto, convendrán conmigo que la postura de no confesar y no informar de los compañeros es la mejor de todas para todos. Pues bien, sepan Uds. que es la que menos se da y esto ocurre porque cuando nos enfretamos a un dilema, elegir entra varias posturas y hay otros sujetos en el asunto, la mayoría de las veces tomamos la decisión que creemos mejor para nosotros mismos en función de lo que pensamos que los otros van a decidir y no de nuestros valores, pensamientos y paradojicámente el resultado es peor del que sería si actuásemos basándonos sólo en nosotros. Cuando jugamos a especular sobre que harán los otros y que tenemos que hacer en función de lo que creemos que van a hacer el error casi está asegurado.

Así que tomen sus decisiones siempre desde Uds. y desde su percepción, valores, experiencia y demás y no en función de lo que los otros harán. Se equivocarán menos.

Hasta mañana y recuerden no coger caramelos de extraños

 

2 comentarios

Kirra -

Más que tonta, en mi caso la dichosa dud, dudo hasta de mi existencia.........asi que mal de muchos........

Tully -

Somos tontos, no hay más...